Bahia de Vaipaee

Muy buenas a todos!

Como algunos pudisteis comprobar, la conexión a internet deja mucho que desear, es poco frecuente, y muy lenta. Suponemos que es normal.
Ayer, después de navegar toda la noche con vientos fuertes, dejamos atrás la isla de Hiva Oa, para dar la bienvenida a la isla Ua-Huka. Llegamos a una bahía preciosa, llamada Vaipaee. Estamos completamente solos, no hay ningún barco fondeado.
Esta isla es diferente a las que hemos estado hasta la fecha, ya que es más parecida a Irlanda, pero con una pequeña diferencia. ¡Está llena de cocoteros!
El caso es que las guías no hablan demasiado de esta isla, y la gente no hace escala, así que los locales aún se muestran más amables i hospitalarios con los forasteros.

Después de un buen café matutino, hemos puesto el dingui en el agua y nos hemos dirigido hacia la playa. Caminamos un rato y en medio de la exuberante vegetación nos hemos encontrado con una iglesia católica con varias estatuas de santos talladas en madera, todos ellos tenían los nombres en polinesio.
Caminando un poco más hemos llegado al ayuntamiento del pueblito. Una mujer que estaba fregando el suelo nos ha dicho que al ser fin de semana todo está cerrado. (Deben tener muchas visitas en fin de semana), pero, ella tenía las llaves del museo de Ua-Huka, así que nos ha abierto las puertas y nos ha dejado visitarlo todo el rato que quisiéramos.
Después de agradecerle utilizando nuestro extenso vocabulario en polinesio (Vai Ei Nui- gracias) le hemos preguntado por la existencia de un jardín botánico del que ya teníamos constancia, obviamente también estaba cerrado y a más de una hora caminando.
Hemos decidido emprender la cruzada y caminar hacia el jardín. Cuando llevábamos una media hora caminando, ha aparecido Colette, la mujer que fregaba el suelo del ayuntamiento, y nos ha invitado a subir detrás de su pick-up, pues nos acercaría al jardín botánico.

Al llegar, nos hemos dado cuenta del laaaargo camino que nos quedaba por delante.
Colette nos ha dicho que la verja estaba abierta y que entrásemos sin ningún problema…,estábamos rodeados de flores preciosas, y hemos alucinado con la cantidad de frutas. Aprovechando que estábamos solos, hemos cargado las mochilas con mangos, pomelos, starfruit, fruta del pan y guindillas!!
Con la pesca, la recolección de fruta y el agua que recogemos de la lluvia, se podría decir que somos autosuficientes.

Al rato, caminamos hacia otra bahía, Hane. Por el camino ha parado una chica con otro pick-up y también nos ha invitado a acercarnos. Al llegar al pueblo nos hemos encontrado con que las profesoras del colegio habían organizado unos juegos y una comida popular. Nos han contado que estaban recaudando dinero para comprar un ipad para la escuela, pues lo utilizan como herramienta educativa para los niños y nos han enseñado las aplicaciones que usan.

Hemos decidió contribuir en la causa, nos hemos pedido tres menús buenísimos y nos han puesto tres sillas mas, nos han invitado a comer con ellas pues se mostraban muy interesadas en nuestra cruzada.

Después de la gran comilona, y de rechazar la invitación de practicar fitness por la tarde, hemos empezado el camino de regreso al barco. Las mochilas estaban llenas de fruta y teníamos cuatro horas por delante, pero el primer coche que ha pasado se ha ofrecido a llevarnos también, con la condición que le ayudásemos a descargar la compra que llevaba.

Hasta el momento esto es todo. Cuando salga el primer rayo de luz pondremos proa hacia Nuku Iva, la capital.
Después visitaremos la isla de Ua-Ou, la última de las Marquesas, para dar paso al archipiélago de las Tuamotu, y el 29 de junio debemos estar en Papeete (Tahiti), porque tendremos el gran placer de que nos visiten los padres de Marc.

Recuerdos a todos desde el paraíso!!!!
Iñaki, Marc y Pol.